MAJALENGKA, Indonesia - Durante una calurosa mañana de viernes del 22 de noviembre de 2022, un mar de unos 800 trabajadores se plantó en protesta ante la puerta de la empresa en Majalengka, Java Occidental. Dadang (nombre ficticio), un sindicalista, estaba encima de una furgoneta, exclamando a través de un megáfono, expresando el sentimiento colectivo de derechos incumplidos y acoso no resuelto que había preocupado a los trabajadores de la fábrica.
Desde hace dos años preside el sindicato de su lugar de trabajo, una fábrica de confección. Desde entonces, Dadang, junto con otros miembros del sindicato, ha superado diversas pruebas y tribulaciones para defender los derechos de los trabajadores. Refuerza el vínculo de solidaridad entre los 3.000 trabajadores de la empresa facilitando el diálogo entre la fábrica y los trabajadores. Este "diálogo social" permite a ambas partes expresar sus puntos de vista y exponer sus quejas. A veces, sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no es posible llegar a acuerdos.
"La protesta es algo que debemos hacer. Ya hemos recurrido a métodos no contenciosos, como las discusiones bipartitas, pero en vano. Así que tenemos derecho a llevar a cabo una protesta pública", dijo Dadang.
Dadang dijo que la empresa no aplicó inicialmente el aumento salarial estipulado en el Decreto del Gobernador de Java Occidental nº 561/2021, que establece que los trabajadores de las empresas de Java Occidental que hayan trabajado al menos un año recibirán un aumento salarial de entre el 3,27% y el 5% del salario mínimo fijado para su zona en 2022.
Mientras tanto, la patronal ha interpuesto una demanda contra el gobernador de Java Occidental, Ridwan Kamil, para que anule la decisión de aumento salarial adoptada por decreto. Tanto la patronal como los sindicatos están esperando el anuncio oficial del gobierno para decidir los próximos pasos.
Dadang también relató casos de supuestos abusos verbales por parte de uno de los jefes de sección de la fábrica hacia sus subordinados. El sindicato también consideraba que la empresa debía cumplir el derecho a disponer de un mínimo de 1.400 calorías durante las horas extraordinarias, tal y como estipula la normativa vigente.
Tras la protesta que encabezó Dadang, el sindicato y la dirección de la fábrica solicitaron la facilitación de Better Work Indonesia para encontrar un camino mejor. Jati, vicepresidente del sindicato, y la dirección de la fábrica se reunieron con un asesor empresarial de Better Work para planificar cómo evitar futuros procesos y, en su lugar, negociar a través del proceso de diálogo social.
"Queremos mejorar nuestra empresa. Por eso aprecio mucho la presencia de Better Work Indonesia", afirmó Jati. Valoró especialmente la comunicación de Better Work Indonesia. Con una buena comunicación, Jati explicó que los sindicatos pueden identificar los problemas y buscar soluciones en colaboración.
La dirección de la fábrica también valoró el apoyo. La directora de Recursos Humanos de la fábrica, Asih (nombre ficticio), también declaró que la representante de Better Work Indonesia había recorrido la fábrica para hablar con los secretariados sindicales. Proporcionó asesoramiento y formación sobre prácticas correctas de relaciones laborales.
"Durante el conflicto, [el representante de Better Work Indonesia] se dirigió a los sindicatos de forma persuasiva, entablando conversaciones sinceras y siendo amable en el trato", afirmó Asih.
Gracias a las conversaciones en curso, la fábrica consiguió garantizar la comida durante las horas extraordinarias, hacer frente a los abusos verbales y esperar los anuncios oficiales sobre el aumento del salario mínimo. La empresa también contrató a Budi (nombre ficticio), un experto en relaciones laborales, para agilizar la comunicación y ayudar a resolver los problemas entre los trabajadores y la dirección.
A medida que la fábrica progresa, Dadang espera que otras empresas de Indonesia también puedan tomar medidas para evitar comportamientos antisindicales y las consiguientes consecuencias. Esto ha cobrado importancia en medio del descenso de las tasas de sindicación en muchos países, según uninforme de 2019 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"El sindicato de trabajadores no pretende perjudicar a la empresa; no, esa no es nuestra intención. Como sindicato de trabajadores, podemos ser socios, ya que todos compartimos un interés común en el éxito de la empresa", afirma Dadang.
Esta fábrica no es una excepción: Better Work Indonesia apoyó tanto a empresarios como a sindicatos en al menos 21 conflictos laborales en 2022. Nenden Aminah, director de Operaciones y Participación de las Partes Interesadas de Better Work Indonesia, declaró que los asesores empresariales siguen animando a la dirección, los trabajadores y los representantes sindicales a entablar un diálogo y a seguir el mecanismo nacional de resolución de conflictos cuando la negociación bipartita no consigue llegar a un acuerdo.
"Better Work Indonesia sigue haciendo llegar la información de los sindicatos de fábrica a los sindicatos de confederación y de rama, así como al Ministerio de Trabajo, y se coordina con todos ellos para remediar las situaciones difíciles", afirma Nenden.
Para más información sobre el modo en que Better Work fomenta unas relaciones laborales sólidas y su repercusión tanto en los trabajadores como en los directivos, véase el informe de 2022, "The Impact of Better Work Indonesia: a 10 year reflection".