A pesar de los elevados riesgos para la salud de los trabajadores del sector de la confección, nuestras evaluaciones muestran que la mayoría de las fábricas incumplían el requisito de disponer de instalaciones médicas in situ. A finales de 2019, el 66% de nuestras fábricas no cumplía este requisito. Antes del lanzamiento de nuestro programa, ninguna de las fábricas tenía médicos in situ. Los trabajadores
eran trasladados al hospital o clínica más cercanos para recibir asistencia médica.
Ahora, las fábricas están invirtiendo para cumplir la normativa. Para concienciar al respecto, hemos puesto en marcha iniciativas que:
♦ Instó a las organizaciones asociadas a destinar el 100% de sus beneficios a programas sociales para los trabajadores haitianos, a entablar conversaciones
con sus fábricas de abastecimiento para abordar los problemas de salud;
♦ Organizó consultas médicas gratuitas para más de 2.000 trabajadores -el 77% de los cuales son mujeres- en oftalmología, salud prenatal y maternal, dermatología, ginecología, pruebas del VIH y medicina interna;
♦ Puso en marcha un proyecto piloto con Share Hope para formar a enfermeras en distintos tipos de acciones y actividades que pueden ofrecer dentro de la fábrica.
♦ Los trabajadores recibieron casi un centenar de pares de gafas gratuitas del Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Estatal de Haití, así como medicamentos para el cuidado de los ojos;
♦ De los 70 trabajadores que se sometieron de forma gratuita y voluntaria a la prueba del VIH, los cuatro casos positivos contaron con el apoyo del Ministerio de Salud Pública y Población;
♦ Se distribuyeron unos 25.000 preservativos;
♦ Los trabajadores han informado de la existencia de servicios médicos adecuados in situ y de la posibilidad de concertar citas. Los médicos les han proporcionado referencias para un seguimiento médico adicional.